El temor a que la crisis socioeconómica que golpea a Europa y los Estados Unidos pueda desatar una guerra comercial global prendió una luz amarilla entre los empresarios siderúrgicos y textiles argentinos, por temor a que ingrese al país una avalancha de productos a precios de dumping (por debajo de los valores que cobran en su país) provenientes, principalmente, de China y Brasil.
En este marco, ayer el gobierno reiteró enfáticamente que tomará todas las medidas que “sean necesarias” para evitar que las principales potencias emergentes traten de colar sus saldos comerciales en el país y perjudiquen a la industria local. La Cámara Argentina del Acero informó ayer que la producción de acero crudo creció un 3,4% en agosto, pero también alertó ante el posible ingreso de productos en “condiciones de comercio desleal”. La entidad fue incluso más allá al evaluar que hay 30 millones de toneladas de acero chino que podrían ser destinadas a la exportación durante 2011 “en probables condiciones de comercio desleal.
Dos horas antes, en la séptima Convención de la Agroindustria Textil “Protextil 2011”, el economista de la Fundación Pro Tejer, Mariano Kestelboim hizo una ferréa defensa de la política productiva kirchnerista, pero formuló dos pedidos concretos; reclamó programas financieros adecuados para las pymes y advirtió sobre la necesidad de controlar las importaciones para que la industria pueda “crecer armónicamente”.
La relación de los textiles, uno de los sectores sensibles de la economía, con la plana mayor del gobierno es excelente porque el Ejecutivo considera a este segmento como prioritario dentro de la agenda industrial.
No hay que perder de vista que en los últimos ocho años, la industria textil invirtió U$S 1500 millones, generó 500 mil empleos e incrementó sus exportaciones un 143%.
En Industria siguen de cerca la evolución de la crisis internacional y admiten “sobre los peligros de que la sobreoferta de productos en países asiáticos inunde los mercados de Latinoamérica”. Por eso la ministra, Débora Giorgi envió un mensaje claro a las pymes y anticipó que reforzarán “el esquema de resguardo del mercado interno”, política que le dio muy buenos resultados al gobierno en 2009, porque impidió una sangría en el tejido productivo local y en los niveles de ocupación. Industria se encargó de recordar que están en vigor licencias no automáticas en 116 posiciones arancelarias del sector textil, y que ya hay 9 investigaciones abiertas por presunto dumping.
Además, el gobierno le otorgó al sector créditos del Bicentenario a una tasa blanda del 9,9% par a financiar proyectos de inversión y mejorar la competitividad.
http://tiempo.elargentino.com - 160911
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enviado por La Corriente Avanza
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