Profesionalizar el negocio con un nuevo organigrama
Poco a poco, ese proyecto, que en un principio fue una tímida idea, se convirtió en un emprendimiento de envergadura que se consolida a medida que transcurre el tiempo. Las ventas aumentan, y el producto o servicio empieza a ser elegido entre otros de similares características. Aquí algunos consejos para mejorar las diversas áreas de su negocio.
Hay aspectos, como el packaging y los canales de distribución, que son de suma importancia para posicionar el producto. Ahora bien, la imagen y la comunicación que se transmite a los clientes también requieren atención para posicionar profesionalmente a la empresa.
La comunicación de la empresa no sólo se da a través de la publicidad o papelería. También importa el tipo de respuesta dada al cliente y a los proveedores. Eso habla de nuestro negocio.
Cuando el negocio se inicia, es común recurrir a familiares o a gente medianamente cercana para que se ocupen de las diferentes cuestiones. Pero, a medida que el negocio crece, esta familiaridad en el trato puede dar señales equivocadas para quienes son ajenos a ella.
Otro aspecto que es importante, es estar atentos a las características de la información y al tipo de comentarios que se hacen respecto de la producción, los proveedores y clientes.
En el trato con los proveedores, es de mucha utilidad mantener una relación de confianza en lo que respecta al tipo de producto y formas de pago, pero con la distancia y objetividad necesarias para que las operaciones comerciales produzcan beneficios para el negocio.
A su vez, es necesario detenerse para evaluar la etapa en la que está la empresa y cuáles son los planes a futuro, no sólo con respecto a las cuestiones relacionadas con la producción o el desarrollo comercial, sino también a quienes conforman la empresa y su proyección dentro de ella.
A partir de ahora, algunas áreas del organigrama se modificarán, por lo que el contacto más alejado —aunque no distante— entre los miembros debe suplirse con información clara y precisa.
Los empleados y acompañantes iniciales deben poder adaptarse a este proceso de cambio, y no todas las personas pueden acompañar de la misma manera las diferentes etapas del desarrollo de un negocio.
Este suele ser un momento difícil para el dueño de la empresa ya que, aunque la idea es no desprenderse de los colaboradores, lo cierto es que la confianza que les tiene no es suficiente para suplir la falta de capacitación o habilidad para desempeñar un rol.
Aunque no es grato no ser elegidos para ocupar tal o cual lugar, esto permite a algunas personas de la empresa seguir en carrera, desempeñándose eficientemente en otros puestos o con las posibilidades de adquirir la capacitación requerida.-
Por Susana Silvestre
Psicóloga social,
especialista en Análisis Organizacional
y Directora de Inicia
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