El proyecto surgió dentro del Programa de Inclusión sociocultural, con adolescentes de barrios con altos niveles de violencia y delincuencia.
El primer acercamiento con estos jóvenes fue en 2009 a través de propuestas deportivas y culturales.
Después de un año, los jóvenes se mostraron interesados en la fabricación de los bloques tradicionales de cemento para construcción.
Por eso se sumó a la cooperativa Teko a la iniciativa.
“El curso no es sólo un momento de aprendizaje, sino que la idea es que se constituya en una posibilidad real laboral y económica”, dijo a El Litoral Mariano Pautasso, referente de Teko.
Además de la elaboración de los bloques de tierra comprimida, los jóvenes aprenden conceptos de organización, gestión y comercialización del producto.
Durante los seis meses del taller, los participantes reciben una beca de $200 y comercializan los subproductos, como la tierra y la arena tamizadas.
Los jóvenes deciden el destino de los bloques: pueden venderlos o usarlos para construir sus viviendas. La meta es que puedan encarar su emprendimiento.
Para ello está previsto desarrollar la maquinaria y entregarles las herramientas necesarias.-
(Fuente: El Litoral)
Recibido de Negocios y Pymes.
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