Por Patricia Grogg
HAVANA TIMES, 26 nov (IPS) -
Con productos que ya figuran entre las principales exportaciones de bienes, la industria biotecnológica y farmacéutica de Cuba afronta el reto de seguir desarrollándose sin dejar de priorizar el impacto en la salud de la población nacional y de naciones a los que este país presta asistencia médica.
El mercado existe y hay que tenerlo en cuenta porque las producciones cuestan, pero no se puede dejar en sus manos las decisiones sanitarias, aclaró Agustín Lage, director del Centro de Inmunología Molecular (CIM), uno de cuyos productos, el Nimotuzumab, destinado a combatir células cancerosas, pasa actualmente pruebas médicas en Estados Unidos.
Lage y otros científicos cubanos defendieron la estrategia y resultados de la biotecnología cubana durante el Foro Global de Investigación para la Salud que sesionó a mediados de este mes en La Habana. Esta industria que comenzó a desarrollarse en Cuba en la década del 80, tiene actualmente unas 1.200 patentes registradas internacionalmente.
Nuestros centros tuvieron que llevar a cabo una política de la propiedad intelectual y proteger sus patentes para generar exportaciones, de lo contrario un área de alta tecnología como ésta no podría existir, explicó Lage. “En el CIM, aproximadamente 60 por ciento de las patentes tienen alguna expresión comercial”, añadió el experto.
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